Robo de identidad ¡Todo lo que debes saber!

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El robo de identidad es uno de los delitos más frecuentes a nivel mundial. En este método, el delincuente utiliza técnicas avanzadas de usurpación y engaño para conseguir información personal de su víctima que luego utilizará con fines ilegales. Estos actos maliciosos están planificados con el único propósito de obtener un beneficio económico para el propio atacante o para los integrantes del grupo delictivo al que pertenece.

¿Qué es el robo de identidad?

En el delito de robo de identidad se sustrae información sensible de la víctima que ha sido engañada, la cual puede contener contraseñas de correos o cuentas bancarias, datos de su documento de identidad, números de sus tarjetas de crédito, etc; con el objetivo de suplantar la identidad de la víctima y cometer acciones fraudulentas.

 

Con la información personal obtenida, el delincuente puede realizar fácilmente solicitudes de préstamos, compras en línea, manipular el contenido de correos electrónicos, tomar el control de cuentas bancarias y más; por lo que este delito puede llegar a afectar severamente los intereses de la víctima si no se detiene a tiempo.

¿Cómo es su funcionamiento?

Los robos de identidad están estrechamente relacionados al phishing y otros ataques cibernéticos comúnmente usados para sustraer información confidencial de las personas. Es importante destacar que muchas veces los mismos perfiles en redes sociales y algunos servicios en línea pueden ser el punto de origen para la extracción de la información.

 

En el robo de identidad el atacante va recopilando progresivamente los datos hasta tener información suficiente para llevar a cabo el fraude. Al principio, la víctima puede sufrir pérdidas monetarias; sin embargo, a futuro, los actos ilegales que han sido efectuados a nombre de la víctima pueden desencadenar acciones legales que ameriten ser investigadas por la ley.

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¿Qué puedes hacer para protegerte del robo de identidad?

Estas simples medidas pueden minimizar el riesgo de sufrir el robo de tu información personal:

  • Utiliza conexiones privadas para realizar transacciones online: No accedas a tu banca en línea ni hagas compras por internet en Wi-Fi públicos. Solo las redes privadas, por ejemplo: las de tu casa u oficina, pueden cifrar la información y garantizar la protección a tus datos.
  • Asegura tus dispositivos móviles: Instala antivirus y programas que aumenten las capas de seguridad en tus dispositivos móviles, tablets y laptops. Actualizarlos constantemente te ayudará a mantenerte alejado de los virus más recientes.
  • No accedas a mensajes o sitios web sospechosos: Las nuevas tácticas de ingeniería social pueden atacar tu ordenador con correos electrónicos falsos u otras técnicas de engaño para lograr sus objetivos, si desconfías del remitente del correo o de la página a la que te piden acceder ¡Huye de allí!.
  • Crea contraseñas seguras: Utiliza diferentes caracteres alfanuméricos para crear una contraseña larga y única; adicionalmente, te recomendamos que no utilices la misma contraseña en todas tus operaciones, ya que si tu contraseña es robada el delincuente podrá hacerte daño desde distintos ángulos.
  • Monitorea tus cuentas constantemente: Mantenerte al tanto de tus estados de cuenta te servirá para identificar oportunamente cualquier importe sospechoso, de esta manera podrás detener el fraude antes de que sea demasiado tarde.
  • No compartas tu información personal: Aunque para muchos este punto es más que obvio, hay otro tipo de personas que por descuido o desconocimiento comparten parte de su información personal en conversaciones casuales con extraños, por ejemplo: dar su edad, fecha de nacimiento, nombre de su cónyuge o hijos, dirección, entre otros. Este contenido en manos equivocadas puede convertirte en una potencial víctima de la suplantación de identidad.
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